Por Sara
Isabel Ramos Bono, artista e historiadora del arte.
Decorar los huevos es una tradición famosa en el
periodo de Pascua. Durante los siglos IX y XVIII, la Iglesia Católica
prohibió comer huevos durante la
Cuaresma porque era semejante a la carne. Por eso, se optó por
cocerlos y pintarlos para diferenciarlos de los huevos frescos comunes y
de este modo poder comérselos en el día de la Resurrección de
Jesucristo, incluso algunos asocian el día de la Pascua de Resurrección a
los huevos porque simulan nueva vida.
Aquí os presento dos de mis huevos decorados en
dos variantes: uno lila dividido en cuatro franjas y cada una de las cuales
figuran un motivo diferente (ver arriba), y el otro negro con decoración floral
(ver abajo).
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