Por Sara Isabel Ramos Bono, artista e historiadora del arte
Como bien sabemos toda obra de arte nace gracias a un proceso creativo que surge mediante la inspiración artística.
¿Pero qué es la inspiración? Según la cultura hebrea literalmente significa recibir el aliento.
Atendiendo a la cultura griega, el artista puede alcanzar un estado de furor poético, frenesí divino o locura poética. Es un estado en el cual el artista se teletransporta más allá de su propia mente y entra en contacto con los Dioses para recibir el aliento divino. Parece una leyenda fantástica, pero cuando el filósofo Cicerón definió inspiración siguiendo esta misma línea, ya fue más plausible: La inspiración es un regalo de los dioses.
También la cultura nórdica se apoya en esta afirmación, la inspiración suponía un entrenamiento para ir más allá de las fuerzas humanas.
Y sí, personalmente estoy de acuerdo, porque los artistas somos personas especiales que sentimos con el alma y hemos desarrollado la capacidad de representación de los sentimientos.
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