El diseño está en todo nuestro alrededor. En la barra de pan que compras en la panadería. En el bolso de Zara que llevas los domingos. En el mantel de ganchillo que con amor nos tejen nuestras abuelitas.
Todo es arte y diseño. Todo es creación. En la revolución industrial hubo un gran desarrollo en concreto del diseño de producto. Había que crear cosas que ante todo debían ser útiles. Era importante hacerlo bien.
No existía la cultura del hago y deshago. Los medios eran limitados. La competencia te podía comer. Antes, en conclusión, las cosas se hacían bien. Eso es algo que, por suerte, se sigue aplicando al mundo industrial.
Hace unos días encontré una página sobre material de construcción. Me llamo la atención y me inspiró para escribir este post. Principalmente por como el diseño había unido practicad y estética con la creación de piezas como una cuba de mortero con acabados en plástico y en acero. Por qué no todo vale. La estética ha conquistado hasta el mundo de la construcción.
La verdad que dicho producto me llamó la atención. La cubeta de mortero de ITM dispone de dos anillas basculantes y un aro de tubo de acero bicromatado para garantizar la rigidez del conjunto y facilitar su transporte.
Si es bonito y funcional, dos veces bueno. Os recomiendo visitar la web de ITM Construcción.
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